Julio: ¿Qué condiciones agroclimatológicas trae el séptimo mes del año?



El presente informe Agroclimatológico tiene dos objetivos:
1.- Análisis de las condiciones agroclimatológicas durante junio.
2.- Proyecciones para el mes de julio. Evolución actual de los eventos El Niño/La Niña
Condiciones de lluvias intensas caracterizó al mes de junio.


Los sistemas frontales durante junio, asociados con ríos atmosféricos, elevaron notablemente los
montos de lluvias, comparados con lo ocurrido en mayo. El mes terminó entre 285.0 a 316.0
milímetros. A lo anterior se suma el aporte de nieve que, en el Maule, bordeó los 2.7 metros;
inclusive en algunos sectores cordilleranos alcanzó los 3.0 metros. Respecto de los embalses, en
promedio, la región del Maule posee un 65% de agua embalsada. Lo anterior augura un positivo
soporte hídrico para la temporada de riego 2024-2025, en comparación con el año pasado. Aun así,
se debe seguir cuidando este recurso en su aplicación.


Gráfico 1. Temperaturas mínimas registradas en mayo (línea morada), junio (línea azul) e inicios de junio (línea roja).


El mes de mayo fue deficitario en lluvias; solo se registraron 72.8 milímetros en Curicó. Sin embargo,
en junio, las lluvias sumaron 290.4 mm. Lo anterior tuvo directa relación con la acumulación de
horasfrío. En el gráfico 1 se observa que mayo (línea morada), hasta el día 24, las temperaturas
mínimas fueron bajas, asociadas a heladas producto de masas de aire polar. Esto contribuyó a una
acumulación de horas frío de 339.0 horas en todo el mes. Junio, en cambio con los cielos cubiertos
y las lluvias, contribuyeron a una baja acumulación de Horas-frío: 206.0 HF. Entre mayo y junio se
contabilizan 545.0 horas frío. La buena noticia es que julio comenzó muy frío (línea roja), con
heladas y ausencia de lluvias. Lo anterior hace augurar una positiva acumulación de Horas-frío para
este mes.


Evolución del evento La Niña 2024


En el gráfico se presenta la evolución que tendría el evento frío La Niña en el segundo semestre
2024, según la Agencia Nacional de la Atmósfera y Océanos (NOAA). En ella se aprecia que el evento
cálido y lluvioso de El Niño terminó (barras rojas). La aparición del evento frío La Niña (deficitario en
lluvias y más frío en temperaturas) se indican con porcentajes. Hay un 75% de probabilidades que
se inicie entre agosto y septiembre. Sin embargo, sube al 85% que este presente durante la
primavera-verano (barras azules). Actualmente, en julio, estamos en una situación neutra (barra
ploma). Si este modelo probabilístico cumple su pronóstico es esperable un término de invierno
(julio-agosto) con menos lluvias y alza de días con heladas. Por su parte en primavera las condiciones
que prevalecerían son: riesgo de heladas tardías, en especial en septiembre y probablemente
primeras semanas de octubre. Caída en los valores pluviométricos mensuales. Mayor cantidad de
cielos despejados y altos índices de radiación solar (por la menor presencia de nubes). Sin embargo,
durante eventos La Niña primaverales en años anteriores, suelen registrarse algunas lluvias locales,
asociada a nubes portadoras de granizos (cumulonimbus), este riesgo podría estar presente hasta
octubre.


Por lo anterior, en este cambio de fase desde un evento cálido y lluvioso El Niño, que duro desde
junio 2023 a junio 2024, a un evento contrario frío y deficitario en lluvias, como lo es La Niña, se
deben continuar con los monitoreos mensuales, pues la atmósfera se vuelve inestable y se puede
manifestar con eventos extremos, en primavera, tanto térmicos como en chubascos.