Raleo de frutos en cerezos: ¿estrategia para mejorar el calibre y la calidad de las cerezas?

Una de las estrategias de regulación de carga más tardía de la temporada debe finalizar, a más tardar, 30 días después de plena flor. Esto se debe a que, cuanto más tarde se realice, menor será el efecto sobre las características finales de la fruta y las estructuras vegetativas de la planta.

Existen diversas estrategias para mejorar el calibre y la calidad de las cerezas. Una de las más recomendadas es la regulación de carga mediante el raleo temprano de frutos, una técnica ampliamente utilizada en árboles de hoja caduca. Sin embargo, cabe preguntarse: ¿mejora realmente el potencial productivo de los huertos o solo buscamos equilibrar el crecimiento vegetativo-productivo, mejorar la uniformidad de la cosecha y disminuir sus problemas?

Veamos más de cerca esta interrogante.

Estrategias de Regulación

En la actualidad, para el manejo productivo de huertos de cerezo, existen cuatro estrategias principales para regular la carga frutal:

  1. Poda
  2. Raleo de yemas
  3. Raleo de flores
  4. Raleo de frutos

Todas estas estrategias determinan el potencial productivo del árbol. Mientras más temprano se regule la carga frutal, mejor será la calidad y la condición de la fruta al momento de la cosecha.

El raleo de frutos debe realizarse antes del inicio del endurecimiento del carozo, lo que permite definir el cuaje del fruto. Este proceso ocurre aproximadamente entre los 20 y 25 días después de plena floración (DDPF). Para que esta herramienta sea efectiva, debe finalizar, como máximo, 30 días después de plena flor, cuando fisiológicamente concluye el proceso de división celular en el fruto.

Es importante señalar que no hay un cálculo exacto para determinar qué porcentaje de fruta eliminar, ya que la decisión de realizar el raleo es subjetiva. Aunque se puede realizar hasta 30 días DDPF, los primeros 15 días no permiten evaluar claramente el cuajado. A los 15 o 20 días DDPF se puede comenzar a evaluar, lo que deja solo unos 10 días para realizar el raleo temprano, una ventana de tiempo muy ajustada.

Este proceso se complica aún más debido a la alta demanda de mano de obra que requiere. El raleo de flores y frutos puede necesitar entre 70 y 80 jornadas hombre (JH) por hectárea, dependiendo del tipo de huerto, mientras que el raleo de yemas requiere entre 40 y 50 JH por hectárea.

¿Más vale tarde que nunca?

Aunque el tiempo disponible para realizar el raleo de frutos es limitado, siempre es recomendable intervenir el árbol para eliminar el exceso de fruta, incluso si la decisión se toma tarde en la temporada. La relación óptima entre hojas y frutos es clave para el tamaño y la calidad final de la fruta. La proporción ideal es de 3 a 5 hojas por fruto (aproximadamente 200 cm²/ fruto), y la única manera de mejorar esta relación es eliminando la fruta excedente.

Figura 1. Relación hoja/fruto óptima en el cultivo del cerezo. Fuente: Tapia 2018. Adaptado de Lang y Witting, 2018.

Aunque el raleo tardío puede no tener un gran impacto en el tamaño final de la fruta, sí mejora la distribución de azúcares y nutrientes, lo que influye en indicadores nutricionales como el contenido de sólidos solubles (°Brix) y la materia seca.

Evidencia

Un estudio realizado por María Dolores Raffo y Tadeo Ballivian, publicado en la Revista Fruticultura & Diversificación Nº 48 en Argentina (2005), evaluó los resultados de un ensayo de raleo temprano de frutos en las variedades Lapins y Sweetheart. Los resultados mostraron que el raleo aumentó significativamente el porcentaje de fruta de las categorías Jumbo (26,1 a 28 mm) y Premium (mayor a 28,1 mm). En los árboles raleados, un 74% de la fruta estuvo en estas categorías, frente al 36% en los árboles no raleados. La variedad Lapins presentó mejores resultados que Sweetheart.

El estudio concluyó que el 94% de la fruta raleada de Lapins tenía un tamaño exportable (mayor a 24 mm), frente al 76% en el control. Para Sweetheart, las proporciones fueron 91% en el tratamiento de raleo y 84% en el control.

En investigaciones realizadas en Chile, se ha observado que el raleo de frutos realizado antes de los 30 DDPF tiene efectos positivos en el tamaño y otros parámetros de calidad. Aunque los raleos tempranos son más efectivos, los raleos tardíos también han mostrado mejorar el calibre de árboles con sobrecarga de frutos.

Aunque el raleo temprano es una herramienta clave para mejorar el potencial productivo, factores como la incertidumbre en el cuajado y las condiciones climáticas adversas, como las heladas tardías, hacen recomendable adoptar un sistema de raleo progresivo. Este sistema debería comenzar con la poda, seguida de conteos y análisis de yemas, para luego proceder con el raleo de flores y, finalmente, el raleo de frutos.

Es importante tener en cuenta la creciente escasez de mano de obra, lo que subraya la necesidad de métodos mecánicos y químicos que complementen el raleo manual. Aunque el raleo químico aún está en desarrollo, representa una solución prometedora para disminuir la demanda de mano de obra.


Bibliografía:

  • Von Bennewitz E., et al., 2011. «Effects on fruit production and quality of different dormant pruning intensities in ‘Bing’/‘Gisela.6’ sweet cherries (Prunus avium) in Central Chile». Cien. Inv. Agr. 38(3):339-344. 2011.
  • Kulzcewski y Tapia, 2020. «Regulación de carga en cerezos: Mirada actual en base a una investigación del pasado». SmartCherry.
  • Raffo y Ballivian, 2005. «Regulación de carga en cerezo: Una práctica que permite regular los volúmenes de exportación». Revista Fruticultura & Diversificación Nº 48.
  • Whitting M., 2019. «Managing sweet cherry crop load». WSU, USA.